Desafío Total, aquella magnífica película de ciencia ficción dirigida por el -también- genial Paul Verhoeven se estrenó a mediados del 90. Hace 22 años. Que la semana pasada nos haya llegado el remake es pura lógica: no es la primera vez que digo en el blog que los remakes se producen cada 20 años, para atraer a generaciones nuevas y, sobre todo, a esa masa de público de entre 35-50 que creció con el estreno original, el público difícil de llevar a las salas a no ser que le toques la fibre sensible de sus clásicos de juventud.

Podríamos decir que se trata de un remake de la cinta, pero no vamos a hacerlo. No lo haremos porque ambas se basan en el relato de Philip K. Dick "Podemos recordarlo todo por usted". No me detendré a reseñar los aciertos y errores de la nueva adaptación porque, sencillamente, no me he leído el relato original. Lo que sí voy a hacer es enumerar el refrito de películas mil veces vistas que nos ha servido Len Wiseman, uno de los peores directores al que -misteriosamente- Hollywood sigue dándole dinero.

GAZPACHO TOTAL:

  • Blade Runner (Scott, 1982): el más evidente. Me limitaré a transcribir las certeras palabras que dijo Carlos Colón en su crítica: "Ciudades bárbaramente tecnológicas de vago aire oriental en las que siempre llueve y es de noche, cuyas calles están abarrotadas por una multitud errática que vagabundea entre tienduchas repugnantes y atracciones degradantes". Tal cual. Una copia descarada, un plagio en toda regla con tintes de El Quinto Elemento. Y encima Patrick Tatopoulos, encargado del diseño de producción, habrá cobrado por ello.
  • Minority Report (Spielberg, 2002): Creo que Wiseman le dio la oportunidad a Colin Farrell de rodar las escenas que Spielberg no le dejó hacer, plagiando a su compañero de reparto Cruise saltando de coche en coche.
  • El Caso Bourne (Liman, 2002): Soy agente secreto, me han borrado la memoria, voy encontrando pistas, hay una mujer que me acompaña en mi aventura, reparto hostias como panes pero no tengo el carisma de Damon. Para colmo de burlar las leyes de copyright, recojo un maletín en un banco, con pasaportes y dinero. Estás viendo la misma película, solo que la nueva está ambientada en el futuro.
  • Star Wars - Episodio II: El Ataque de los Clones (Lucas, 2002): lo único que le falta a una de las tediosas persecuciones, sin emoción ninguna, es a un Hayden Christensen tirándose del coche en medio de una Londres apocalíptica.
  • Yo, Robot (Proyas, 2004): Al final de la película, Colin Farrel debe desactivar 50.000 NS-5.
Si me he dejado algún título, por favor, decídmelo. Desafío Total es un remake innecesario, un déjà vu de casi dos horas en las que lamentas no estar viendo cualquier de los cinco títulos anteriormente mencionados, con mucha más personalidad y más disfrutables. Wiseman consigue que acabemos hartos de su dirección -donde no se aprecia nada- y de su mujer, una horrible e insoportable Kate Beckinsale.

Desearás borrarte la memoria después de verla.
Y por supuesto lamentas no estar viendo la Desafío Total de Verhoeven, con un inolvidable Schwarzenegger, una erótica y amenazante Sharon Stone, y un malo que terminaba con los ojos como huevos al final de la película.