Paul: un canto sincero al frikismo
Antonio de la Mano
Justo dentro de un mes, el 22 de julio, llegará a las carteleras españolas Paul, la última cinta de Greg Mottola. Las distribuidoras españolas, reincidiendo en sus cortas miras comerciales, han permitido que el tiempo se les eche encima y a que en la red ya circulen copias en 720p. Algo lógico, pues en USA la película fue estrenada en marzo y ya la están comercializando en Blu-Ray. Luego que no se quejen.
A priori, tras ver el espantoso cartel, me imaginaba que sería la patochada del año, puesto que el trailer estaba inundado de chistes facilones, tontos y un alienígena que lo único que prometía en su gamberrismo eran tacos. De todas maneras, había algo especial en aquella cinta: que estaba escrita por Simon Pegg y Nick Frost, la inolvidable pareja de Shaun of the Dead y Hot Fuzz. Como mínimo el guión tenía que tener un humor mucho más sutil y afinado que lo que la cinta prometía, y si a eso le añadimos la dirección de Mottola (Supersalidos, Adventureland) el tandem podría ser espectacular. Y así ha sido.
Obviando las chorradas y chistes fáciles que intentan vender los encargados de marketing con el trailer, la película esconde un guión casi perfecto, un homenaje de casi dos horas al friki que todos llevamos dentro. Un canto a la amistad de los dos protagonistas que son amigos de toda la vida y llevan compartiendo las mismas frikadas desde que son pequeños. Paul es una road movie que nos hace partícipes del viaje en todos los sentidos, puesto que seguramente parte de nosotros viaje en la caravana con ellos.
¿Y qué decir de Paul? Pues que en diez minutos es capaz de subirse él solito al podium de los personajes más carismáticos de la historia, presentándonos un extraterrestre que deja en ridículo el recuerdo que nos pudieron dejar otros como E.T. o cualquier bicho intergalático. Irreverente y sinvergüenza, Paul es un hilo de conexión a toda la cultura popular generada en los últimos 50 años. Y los guionistas saben cómo aprovecharse inteligentemente de estos guiños. Con la voz de Seth Rogen (quizás su mejor papel, puesto que no sale en pantalla) sabe darle el gamberrismo necesario al personaje y será capaz de arrancarnos carcajadas como hacía años que una comedía no lograba hacerlo (atentos a la escena de la tienda de cómics en la que debe quedarse quieto como una estatua, no os digo más).
Hecha con cuatro duros (40M$) que lucen como si se hubieran gastado el doble, Mottola es capaz de volver a homenajear nuestra infancia -como ya hiciese en Adventureland- y plagar la película de guiños a la ciencia ficción y a nuestras creencias y mitos de la niñez. La pareja formada por Pegg & Frost se confirma como una de las mejores parejas cómicas que hay hoy en día en el panorama cinematográfico y si a eso le añadimos la presencia vocal de Rogen y la magnífica dirección, Paul se convierte por derecho propia en la sorpresa del 2011. Es una lástima que no tuviese tanta acogida en USA, aunque seguro que con en el circuito de vídeo los fans sabrán auparla al sitio que se merece.
P.D. Una última cosa: no se os ocurra buscar en IMDB quién es el cameo principal de la película, ¡no lo hagáis! si llegáis 'vírgenes' a los últimos 15 minutos las lágrimas de la risa caerán por vuestras mejillas, os lo aseguro.
Etiquetas: ciencia ficción, cine, comedia, crítica, extraterrestres, greg mottola, humor, nick frost, Paul, seth rogen, simon pegg
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