Esa estafa y engaño llamado 'Buried'
Antonio de la Mano
He salido cabreado del cine, muy cabreado. Y esto me pasa por no informarme bien de lo que voy a ver o por dejarme llevar por la publicidad (en este caso, por otra de las mil campañas de marketing mal orquestadas). La película era Buried, Enterrado, el fenómeno del cine español de este fin de semana. La crítica la presenta como la obra maestra del suspense de este año. El entorno de la crítica 2.0 tan presente hoy día la ha calificado, como mínimo, de acojonante -incluso antes de haberse estrenado-. Pero si se analiza con frialdad la película, nos encontramos con un producto 1. fácil 2. tramposo y 3.engañoso desde el min 0 hasta el min 94 (demasiados, por cierto).
¿Y por qué es fácil? Porque juega con un elemento que ya de por sí es agobiante con solo nombrarlo: la claustrofobia. Es algo inherente al ser humano, a nadie le gusta estar encerrado, ni agobiado y, ni mucho menos, enterrado. Sólo de imaginarnos en esa situación ya hace que nos revolvamos por dentro (al menos un servidor, que padece de ella cuando está en una aglomeración). Por lo tanto, el punto de partida, ya es facilón. Sabes de antemano que Ryan Reynolds estará enterrado vivo. Juega con esa ventaja incluso desde el propio póster. Ponerlo en imágenes (creo) tiene poco mérito. Permitid el símil que voy a hacer que seguramente sea poco acertado o incluso desagradable, pero es como si quisiera revolver las tripas a mis espectadores y el tema de la película es el fisting anal. ¿A que ya revuelve el estómago? Claro. El resto, como diría Guardiola, está chupao. Recuerdo una escena de Ocean's 12 en la que le decían a Matt Damon que le iban a encerrar en una celda 'tan pequeña como para no poder ponerse en pié y tan estrecha como para no poder tumbarse'. Si ya es amargante ese punto de partida, visualizarlo es algo pan comido. Y hacer que el espectador esté en tensión más todavía. Rodrigo Cortés ha jugado desde el principio con el as de picas y con el joker bajo el brazo, así cualquiera.
Es tramposo por el guión. Ya que el espacio donde ejecutar la acción es tan reducido (2x0.5mts, aprox) Rodrigo Cortés, su director, no le queda más remedio que jugar con la historia y con las trampas que contiene, que son demasiadas, incluso parecen sacadas de un episodios de los Simpsons (escúchese -que no ver- la llamada a la abuela cebolleta, un intento de transmitir emoción que roza el ridículo). Otras trampas son incluso crueles, como el episodio de la serpiente, que uno se pregunta de dónde coño sale semejante bicha. ¿Estaba ya allí? ¿Por qué no salió antes?!? Puestos a elegir, hubiese preferido que se peleara con un gato porque tuviese que robarle el cascabel, hubiese sido más gracioso y sincero. El guión, que se basa en una crueldad detrás de otra, termina alargándose demasiado, llegando a un punto en que el espectador demanda un giro con zombies nazis implicados o algo, porque entre las constantes llamadas telefónicas donde nadie contesta termina siendo muy monótono.
Pero si hay algo que verdaderamente me haya molestado es que es engañosa. Engañosa por cómo me la han vendido o por lo que creía que iba a ver (también es culpa mía por no enterarme, lo reconozco). Pero... ¿os habéis fijado en los posters y trailers con la que la venden? Muy de Saul Bass, muy Hitchock, muy de suspense, ¿verdad? ¡¡JAAA!! Eso del suspense algo que únicamente se consigue en los últimos 3 minutos, que son un calco a los últimos minutos de United 93 (en los créditos debería haberse dado las gracias a Paul Greengrass y no lo hace). El resto es completamente monótono. Y engañosa por el propio propósito de la historia. Cuando me vendes el producto como algo misterioso o incluso terrorífico... el hecho de que todo termine siendo una trama en contra de la Guerra de Irak hace que termine de sacarme de mis casillas. Es ahora cuando comprendo por qué ha sido financiada por nuestro Ministerio de Cultura.
¿Y por qué es fácil? Porque juega con un elemento que ya de por sí es agobiante con solo nombrarlo: la claustrofobia. Es algo inherente al ser humano, a nadie le gusta estar encerrado, ni agobiado y, ni mucho menos, enterrado. Sólo de imaginarnos en esa situación ya hace que nos revolvamos por dentro (al menos un servidor, que padece de ella cuando está en una aglomeración). Por lo tanto, el punto de partida, ya es facilón. Sabes de antemano que Ryan Reynolds estará enterrado vivo. Juega con esa ventaja incluso desde el propio póster. Ponerlo en imágenes (creo) tiene poco mérito. Permitid el símil que voy a hacer que seguramente sea poco acertado o incluso desagradable, pero es como si quisiera revolver las tripas a mis espectadores y el tema de la película es el fisting anal. ¿A que ya revuelve el estómago? Claro. El resto, como diría Guardiola, está chupao. Recuerdo una escena de Ocean's 12 en la que le decían a Matt Damon que le iban a encerrar en una celda 'tan pequeña como para no poder ponerse en pié y tan estrecha como para no poder tumbarse'. Si ya es amargante ese punto de partida, visualizarlo es algo pan comido. Y hacer que el espectador esté en tensión más todavía. Rodrigo Cortés ha jugado desde el principio con el as de picas y con el joker bajo el brazo, así cualquiera.
Es tramposo por el guión. Ya que el espacio donde ejecutar la acción es tan reducido (2x0.5mts, aprox) Rodrigo Cortés, su director, no le queda más remedio que jugar con la historia y con las trampas que contiene, que son demasiadas, incluso parecen sacadas de un episodios de los Simpsons (escúchese -que no ver- la llamada a la abuela cebolleta, un intento de transmitir emoción que roza el ridículo). Otras trampas son incluso crueles, como el episodio de la serpiente, que uno se pregunta de dónde coño sale semejante bicha. ¿Estaba ya allí? ¿Por qué no salió antes?!? Puestos a elegir, hubiese preferido que se peleara con un gato porque tuviese que robarle el cascabel, hubiese sido más gracioso y sincero. El guión, que se basa en una crueldad detrás de otra, termina alargándose demasiado, llegando a un punto en que el espectador demanda un giro con zombies nazis implicados o algo, porque entre las constantes llamadas telefónicas donde nadie contesta termina siendo muy monótono.
Pero si hay algo que verdaderamente me haya molestado es que es engañosa. Engañosa por cómo me la han vendido o por lo que creía que iba a ver (también es culpa mía por no enterarme, lo reconozco). Pero... ¿os habéis fijado en los posters y trailers con la que la venden? Muy de Saul Bass, muy Hitchock, muy de suspense, ¿verdad? ¡¡JAAA!! Eso del suspense algo que únicamente se consigue en los últimos 3 minutos, que son un calco a los últimos minutos de United 93 (en los créditos debería haberse dado las gracias a Paul Greengrass y no lo hace). El resto es completamente monótono. Y engañosa por el propio propósito de la historia. Cuando me vendes el producto como algo misterioso o incluso terrorífico... el hecho de que todo termine siendo una trama en contra de la Guerra de Irak hace que termine de sacarme de mis casillas. Es ahora cuando comprendo por qué ha sido financiada por nuestro Ministerio de Cultura.
¡y un espacio chiquitín para vivir! |
Buried es una película ensalzada por una crítica de Internet que no termino de comprender. La actuación de Reynolds es correcta aunque tampoco es para que lo nominen ni le alaben tanto. Lamento haberme algo de misterio y tensión, si hubiese conocido de qué iba a lo mejor la hubiera visto con otros ojos.
Pero si esto hubiese sido hecho hace 50 años hubiese sido un episodio de televisión de la serie de relatos de Hitchcock y hoy día sería una mera anécdota. Y para episodio de televisión brillante y una historia de hombre enterrado brillante, por favor no os perdáis el episodio de CSI dirigido por Tarantino, donde sí se palpa tensión y emoción de verdad.
Etiquetas: Buried, cine, crítica, Enterrado, España, español, Rodrigo Cortés, Ryan Reynolds, web 2.0
Estimado señor De la Mano:
en primer lugar, le felicito por su escrito, bastante más reposado que su comentario de hace unas horas y con argumentos que me parecen muy interesantes. Estoy de acuerdo con sus tesis sobre la publicidad (cada vez peor) y con la crítica 2.0 (cada vez más ínclita y que podría rivalizar incluso con el doblemente ínclito Carlos Boyero y su secuaces). Esperemos que nunca caiga usted en alistarse con los cabezahuecas de Filasiete (espero que no lean esto muchos 'becarios' no profesionales que garabatean en sus páginas sus críticas de colegiales resentidos).
En breve, le contestaré intelectualmente con mi reflexión. Trate de olvidar este triste episodio que ha vivido esta tarde y sobre todo, no utilice nunca la palabra 'pretencioso'. Usted me entiende ;)
PD: el pie de foto: muy grande, caballero, muy grande xDDD
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