Me ha gustado Eclipse. Sí, señoras y señores, ni me he vuelto loco ni me ha mordido ningún vampiro. Ayer me lo pasé bomba en el cine. Viéndola me divertí como nunca porque fui con la mentalidad de "Antonio, Crepúsculo y Luna Nueva te han ofrecido lo peor que jamás has visto en una sala de cine, ¡¡peor no lo pueden hacer!!". Y efectivamente así fue. Entendí que la 3ª entrega de la Saga Crepúscula ya se ha convertido en una autoparodia y no le queda otra salida que, simplemente, hacer que el espectador se lo pase bien. Sin duda, es la mejor de las 3 (aunque tampoco es que sea muy difícil superar es marca).


Eclipse cambia, por tercera entrega consecutiva, de realizador y de compositor. Tras la impersonal Catherine Hedwick y el sosísimo Paul/Chris Weitz (nunca he sabido cuál de los 2 hermanos es), esta vez ha cogido el testigo David Slade, director de la curiosa 'Hard Candy' y de '30 Días de Oscuridad', que tengo muchas ganas de ver. Consciente de lo que hace, ha sabido darle a esta nueva entrega las dosis de acción y de cachondeo que se merece.

Creo que me ha gustado la película porque, tras 2 entregas insufribles, ya nos importa un pimiento esa mitología de si son vampiros o no (discusión en la que no pienso meterme). A los espectadores no nos ha quedado más remedio que resignarnos. Pero como el director no vuelve a hablar sobre esas memeces... directamente va al grano, a la acción, al enredo, a los celos. Y uno se lo pasa bomba, sobre todo con Taylor Lautner.

La cinta está repleta de guiños y sinvergonzonería. Nos damos cuenta cuando aparece por primera vez luciendo sus perfectos pectorales y Pattison pregunta '¿Es que no tiene camisetas?'. Consciente la propia película de sus críticas, no hace otra cosa que reírse de ellas y seguir p'alante con su festival de carne, torsos depilados y carnaza para adolescentes de la era Tuenti. No me extraña que a día de hoy lleve recaudados 556M$. Volviendo a la sinvergonzonería, me parece genial cómo los propios protagonistas están escuchando Muse de fondo en una fiesta y le dicen al espectador, descarademente 'Eyy! Me gusta esta canción!'. Es tan descarado que hasta es genial, hacía tiempo que no veía una forma tan fantástica de vender una recopilación de canciones (me niego a llamar a ese disco Banda Sonora, tan solo una excusa barata de vender canciones que no tienen absolutamente nada que ver con la historia). En cambio el score de Howard Shore es -de nuevo- el mejor de los 3, se nota cuando un compositor tiene 3 oscars en lo alto.

Por otra parte, es más que interesante ver el debate que plantean los propios personajes de la película, que bailan entre el más ferreo puritanismo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (de la que es miembra Stephanie Meyer, escritora/paridora de la saga) y entre la más liberal e insensata de las visiones juveniles. Choca ver un Edward Cullen partidario de llegar virgen al matrimonio y una Bella Swan dispuesta y empeñada en cometer errores e insensateces, motivada por el discurso de graduación de su amiga Anna Hendricks, donde suelta las mayores animaladas que he escuchado nunca (unas palabras peligrosísimas, sabiendo que esta película la verán quinceañeras que nunca han tenido -ni tendrán- muebles en la cabeza).

En cambio, si somos completamente sinceros y nos ponemos la mano en el corazón, nos daremos cuenta que esta película es totalmente innecesaria, puesto que termina con la misma situación con la que acabó la 2ª. Crepúsculo es una saga a la que le sobra un libro: ESTE. La película termina exactamente igual que la anterior y con los mismos problemas, la pareja sigue sin casarse y lo único que se ha aportado a la trama es que los Vulturi simplemente se han dado cuenta que ella sigue siendo humana (menuda novedad). El resto es simplemente relleno. Pero relleno muy divertido, oiga. Relleno con un cachondísimo y ciclado Taylor Lautner, que nos arrancará verdaderas carcajadas (atentos al primer beso con Bella y la escena de la cabaña) y que -junto a Billy Burke y Peter Facinelli- es el único que verdaderamente sabe dónde se está metiendo. Y es el que más tajada sacará para su carrera porque es divertido y porque tanto Patisson como Stewart son dos de los peores actores que estamos viendo nacer (y cuya química es nula).

En definitiva: si ya te has resignado ante el fenómeno Crepúscula y quieres pasártelo bomba con una nueva entrega que se toma a cachondeo su propia condición... vete corriendo a verla. Como diría mi compañero de festival Luisfer: No se confundan elitistas, Los fans de 'Eclipse' son superiores, aprecian virtudes en esa película que nosotros ni alcanzamos a ver.


Y prometedme que vuestro olor nunca va a cambiar.