EL PORQUÉ DE LAS COSAS: Por qué nació Hollywood
Antonio de la Mano
Ya que ayer hablábamos de propiedad intelectual... no sé si muchos de vosotros sabéis que Hollywood, esa fábrica de sueños y de películas como churros, nació debido a una guerra. Sí, habéis leído bien. A una guerra. De derechos también, o más concretamente de patentes.
Allá a principios de los años 10, la incipiente industria cinematográfica se afianzaba en Nueva York. Y una de sus figuras más notables era Edison (sí, el Thomas Alva de la bombilla y demás inventos). A la par que los Lumière patentaban en Europa su cinematógrafo, Thomas Edison hacía lo mismo en Estados Unidos con su invento el Kinetoscopio.
Y señores, vamos a llamar a las cosas por su nombre (y disculpen mi lenguaje tan soez): Edison era un cabrón. Su verdadero negocio no consistía en inventar cosas, sino en patentarlas, en buscar jóvenes inventores y desarrollar las cosas bajo su nombre, cuando eran otros quienes lo hacían. Así consiguió casi un monopolio. Y a los pocos productores y directores de cine que había en la zona les obligaba a usar sus cámaras y sus películas. Incluso si no lo hacían les amenzaba y los extorsionaba (no fueron pocas las noticias de muchos estudios que misteriosamente salieron ardiendo).
Y ante la mentalidad de "mis cojones" por parte de los productores, judíos en su mayoría, decidieron huir de la ciudad y buscar otros mercados, alejados, donde no estuviera este señor. ¿Y dónde era lo más alejado de Edison, si se encontraba en el Este (NY)?? ¡¡Pues vámonos al oeste!!
Y así se fundó Hollywood señoras y señores, tan simple y tan llano, siendo ya en el 1915 la principal industria estadounidense. Además que, cuando comenzaron a asentarse en la zona, ellos mismos se dieron cuenta que era más propicia para trabajar que la antigua cosa atlántica, puesto que en Los Ángeles tenían más horas de sol (más luz natural) y muchos más exteriores donde ubicar los rodajes.
Y así hasta hoy: maravillosa fábrica de sueños que cada verano me regala un batman, un ávatar o un transfomers. Gracias Edison por ser tan cabrón, sin ti no hubiese sido posible.
Etiquetas: cine, Porqué de las cosas, propiedad intelectual
Gracias, por ende, a Sinde (oh, espera, que estamos en España... ¡aquí no hay emprendedores!).
Esta me la sabía... Que estabamos en la misma clase!! Te propongo que hagas el porqué no se va Lopera del Betis ni aunque todo el mundo se manifieste en su contra.
Publicar un comentario