Spartacus: Blood and Crap
Antonio de la Mano
"Yo soy Espartaco"Ayer quedé con Salvador Calzado para ver una de las películas más míticas de la historia del cine: Espartaco, de Stanley Kubrick. Mucha gente me había dicho que, cuando la viese, vería Gladiator con otros ojos (y que me parecería una basura, además). La película está bastante bien, aunque quizás se pierda un poco en su trama política y deja muy de lado al personaje de Espartaco en sí, la gran atracción. Quizás por esta parte me sigue gustando más Gladiator porque, aun teniendo numerosas similitudes con la obra de Kubrick, es más directa, se centra más en el personaje de Máximo. Aunque he de reconocer que la obra del Maestro (Stanley) tiene secuencias para el recuerdo que no tiene la nueva, sobre todo el duelo final entre Espartaco y Antonino, donde ninguno de los dos quiere que el otro muera en la cruz. Y que viva Kubrick con esos megaplanos con 7000 extras al fondo dándose mamporros. Haz eso a día de hoy, Peter Jackson.
Lo que no me esperaba yo fue la animalada que me vi a cuando se fue mi amigo. He de reconocer, ignorante y desinformado de mí, que la nueva serie "Spartacus: Blood and Sand" no tendría absolutamente nada que ver con la película. Iluso. He de reconocer que, aunque sea pecado mortal que no haya visto Espartaco hasta el día de hoy, también admito que si me he dado un poco más de prisa en verla es porque también me apetecía ver la nueva serie e ir con la película como base. ¡JA!
La serie es una animalada desde que empieza hasta que salen los créditos. Ayer vi el piloto y creo, después de reflexionar poco, que no voy a seguir perdiendo el tiempo. La serie no es más que una mezcla barata de 300 y Gladiator. 300 por la estética, no puede tener un referente visual más descarado, y Gladiator por la coña de los gladiadores y los anfiteatros, poco más. Es violencia por violencia, claramente para intentar captar un poco de aquel público que encandiló 300 (yo entre ellos). Pero no es más que una sucesión de chorros sangrientos y litros y litros de sangre digital mal hecha. Quizás si la serie fuese en 3D y te salpicase tendría más gracia, pero ni eso.
No voy a seguir viéndola porque soy sincero conmigo mismo. Porque la serie no le hace honor al nombre de Espartaco, aquel esclavo que con dos huevos armó la que armó y que de hecho fue uno de los primeros atisbos de la eliminación de la esclavitud. No la sigo viendo porque lo único que guarda con la película son los nombres de los personajes, nada más. Y porque para ver tetas y culos gratuitos (hasta el momento el único aliciente que me invita a continuar viendo la serie) puedo acceder a ellos por Internet en cualquier momento, sin necesidad de tener que tragarme capítulos de una hora. Y, finalmente, porque para ver violencia vuelvo a verme 300, que es un peliculón.
P.D. Aun así, después de toda la parrafada, seguro que termino viéndola. Es que salen tetas, comprendedme.
Para pecado capital... Tiburón
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